martes, 31 de marzo de 2015

Apoderada


Pasado el invierno solo quedan huesos de pollo y resentimiento.
¿Quién eres tú para hablar?
Tengo ese qué se yo especial que te hace apegarte a mí y hacerme daño.
Deja de jugar, ya finalizó tu tiempo y no tengo más segundos para ti.
Me gritas y me imploras que me quede,
melodramático de piel morena que me hace dudar de mi decisión.
Llegó la primavera con mi roja flor con tonalidad rosada que no simpatiza contigo.
Deja de llorar en este sofá por algo que nunca sucedió,
Me niegas y hablas de mí con labios envenenados de odio y amor.
Desviando tu camino para crecer las posibilidades de cruzarte conmigo.
No hay motivo, estoy ocupada y no quiero malgastar mis horas discutiendo contigo.
Obsesión que me entubas sin poder ni beneficio.
No voy a cambiar por ti, así que, guárdate estas perlas en tu maleta de trotamundos.
No necesito hombre que somatice sus miedos en mi espíritu.
Soy mía,
No quiero que me abras la puerta y luego me exijas penitencia.
Molino de viento, campo de tulipanes y este dolor intenso de cabeza que no consigo quitarme de encima.
Otra vez control, ya he dicho que estaba limpia,
Absurdo, hipocresía moderna y clasista.
No voy a pelear por esto, ni por tus palabras.
Me canse de tu cuento de amante protector,
Mejor que esto todo,

Mejor que todo nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario