Me pesan las horas y no malgasto
nada de tiempo en mí.
Ya no escribo como antes ni me
apasiona nada por lo que luchar.
La verdad,
es que echo de menos ese vicio tan tonto de pensar en ti,
quedar
embobada fantaseando con hacer el amor contigo en cualquier lugar.
Magia de
espíritu volador,
contrariedades
de cama y mucho que aprender.
Todo lo que
me queda son mis ganas de vivir,
de cambio,
de novedad, de felicidad.
Esa
felicidad tan pura y simple, fácil, buscando espacio y calor.
Este sol que
se pone igual de majestuoso, pero te habla distinto estés donde estés,
paraíso ancestral
de vidas salvajes que te transmiten la clave y el valor para aprovechar el
tiempo que se gasta y no vuelve.
Sencillo el
querer, sin oro ni plata,
todo lo que
cabe en mis ojos, todo lo que me llena el corazón.
Impostor de
piel canela y ojos esmeralda que engaña el transeúnte con sonrisa malgastada en
estupideces.
sal del bar
y vive los días,
hedonista
superficial que entorpece tu camino con tonterías de niño rico,
suma horas
tras horas para tu juguete nuevo.
Conforme
viviendo mentiras,
estas
mentiras que me dan por reír y echar a correr, lejos de este teatro.
lejos de
lujo y carne,
lejos de
esta mierda que emborrona tus ideas y mata tu juventud.
Suelta el
globo y ven, ven a soñar conmigo, a crecer, a amar la vida que se nos ha dado.
Llegando al
final cierra este trato con un beso tierno que jure eternidad.