sábado, 4 de julio de 2015

Julio

Me pesan las horas y no malgasto nada de tiempo en mí.
Ya no escribo como antes ni me apasiona nada por lo que luchar.
La verdad, es que echo de menos ese vicio tan tonto de pensar en ti,
quedar embobada fantaseando con hacer el amor contigo en cualquier lugar.
Magia de espíritu volador,
contrariedades de cama y mucho que aprender.
Todo lo que me queda son mis ganas de vivir,
de cambio, de novedad, de felicidad.
Esa felicidad tan pura y simple, fácil, buscando espacio y calor.
Este sol que se pone igual de majestuoso, pero te habla distinto estés donde estés,
paraíso ancestral de vidas salvajes que te transmiten la clave y el valor para aprovechar el tiempo que se gasta y no vuelve.
Sencillo el querer, sin oro ni plata,
todo lo que cabe en mis ojos, todo lo que me llena el corazón.
Impostor de piel canela y ojos esmeralda que engaña el transeúnte con sonrisa malgastada en estupideces.
sal del bar y vive los días,
hedonista superficial que entorpece tu camino con tonterías de niño rico,
suma horas tras horas para tu juguete nuevo.
Conforme viviendo mentiras, 
estas mentiras que me dan por reír y echar a correr, lejos de este teatro.
lejos de lujo y carne,
lejos de esta mierda que emborrona tus ideas y mata tu juventud.
Suelta el globo y ven, ven a soñar conmigo, a crecer, a amar la vida que se nos ha dado.
Llegando al final cierra este trato con un beso tierno que jure eternidad.