Vueltas que giran de repente, escenas que se repiten y discursos que nunca
se dicen.
Crecer y aprender, tan sencillo como escucharte y actuar con tu corazón con
corrientes de sinceridad.
No hay nada peor que negar las verdades y hacer caso
de las mentiras que supuran por cada centímetro de piel inundando cada
circunstancia y malgastando todas las vidas que te ofrece tu camino.
No hay nada tan sencillo como vivir, respirar y sentir
cada corazón, cada vida que sumas a cada paso.
No hay destino sino decisiones, vive en mayúsculas
hasta el tiempo muerto para aprender a no ahogarte con las horas, ni los
segundos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario