Quiero correr lejos de aquí,
dónde el viento no me pueda oler ni tocar.
Resplandor de sexualidad abrazando con
maquillaje corazones intransigentes,
soplo de revelación al sentir mi impacto en tu vida.
Ni tan solo somos tan cercanos y ya nos reímos con las mismas
bromas,
con miradas de complicidad.
Abrazo cálido de deseo, de avance,
poner los peldaños para que subas junto a mí.
En tu rincón me
siento más segura que nunca,
más valiente, más mía, más yo.
He vuelto a embarcar destino a este lugar que
aniquila el corazón y me vacía la correspondencia.
Nudos paralelos sin cama donde caer rendida,
no pertenezco a este lugar.
Lo noto, mi cuerpo chilla con todas sus fuerzas y mis
piernas corren detrás de ti.
De trayecto a casa el camino se bifurca y trata de encontrar
el lugar donde querer empezar
a quererte.
Aquí todo es ruido, acidez y malas palabras que agotan el más inevitable de mis
reservas. Trato de subvencionar el silencio para escuchar mis
pensamientos que ahora se esconden detrás de mí.
Frases dirigidas al mismo lugar a pata coja definiendo el
problema que tengo para
llegar a un fin.
Mi imaginación vuela para
tu tierra de mano santa, corazón salvaje y puro
que me llama a todo pulmón para que vuelva.
Para regresar e instalar mis desequilibradas reflexiones
en ese vaivén que realza alegrías
a carcajadas
y me empuja a vivir con pureza y autenticidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario