Otro día pasa igual,
oculto de la misma manera,
embriagándome sin cesar
y perdiendo el sentido de las tristezas.
Te encontré pudoroso con cristal en los ojos,
sin saber lo devastador que sería compartir este beso,
que nos pisotea con tono mediocre pero vistiendo con seda.
Perdimos esta oportunidad desorbitada entre silencios y mentiras.
Me pesan tus palabras y me quedo absorto con tu extravagancia y
firmeza.
Tal vez yo no sepa cómo hacerlo
pero con esta brisa y sin tragedias fraudulentas puedo hacerlo
mejor,
mejor de lo pactado,
mejor de lo esperado.
Indiscutible tu fuerza con la que me miras y cazas tus presas.
Escogiste un camino erróneo y flagelas tu servidumbre con puñales
de bronce.
Mientras criticas mi retorica en voz alta sin dejar de perder la
cabeza
derrochas mis pesares hasta que no pueda más y mi último aliento
te caliente tu tempestad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario