viernes, 16 de octubre de 2015

Mucho de nada

Hoy es uno de esos días en que nada tiene sentido,
vuelvo una y otra vez a abofetearme con fuerza
y reniego el camino con tanto ímpetu que voy cavando mi hogar.
Me volviste a rechazar,
con sonrisa de querer doler.
Mi pesadez, mi tristeza, mi final.
Estas tan adentro que ni siquiera te molestas en salir,
nunca, esa palabra tan liviana que entorpece mi paso y mis metas.
Se ha vuelto apoderar de mi,
revolcándome e hiriéndome.
No me digas lo obvio, dame la mano y llévame algún lugar,
lejos, dónde mis pensamientos se pierdan en el horizonte y recuerde lo bello que es amar,
lo bonito q es quererme,
confía en mi, no miento.
Me ata esta enfermedad tan ridícula de quitarme fuerza al vuelo.
Ridiculizo mis palabras y soy incapaz de afrontarme a mi misma,
incapaz de reír.

Maquíllate, ponte guapa y sal a fuera,
interpreta tu papel y hunde tus penas.
Interminable remolino de sandeces que me echan al fuego sin rival,
incoherencia senil que marchita tus labios y tus sueños.
Puede que aparente pero grito con ganas,
necesito tu ayuda,
necesito sentirme amada,
valórame,
saca a relucir eso que tanto te gusta de mí
y sácame una sonrisa.
Te supone un esfuerzo lo sé,
poder verme reflejada en el espejo y proclamar lo capaz que soy.
Días difíciles, sonidos crudo y caras de poco amor.
Lodo que te agarra,
tiéndeme tu mano y hazme vivir,
hazme lo que t
ú sabes,

lo que yo quiero que sepas,
lo que necesito y lo que espero de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario